La aprobación de un proyecto de Ley para la conformación legal de la Instancia Máxima de Gestión Local de Salud (Imglos) que es competencia del Concejo Municipal, es la primera medida en busca de la solución definitiva a los males que presenta el servicio de salud del hospital Alfonso Gumucio Reyes; decisión asumida con el respaldo de las organizaciones vecinales y otras instituciones que este jueves tomaron el Concejo Municipal presionando por una mejor atención.
La Imglos es la máxima autoridad participativa de salud con inclusión social y debe estar compuesta por autoridades municipales, representantes del sector salud y representantes sociales o control social.
Entre sus atribuciones, está el de evaluar la calidad de los servicios de salud en el marco del cumplimiento de la norma de caracterización de establecimientos de salud y la guía de conducta médico sanitaria.
Después de más de dos horas de exposición de reclamos, deliberación y espera para la elaboración del proyecto de ley, los dirigentes y representantes institucionales, salieron satisfechos por la determinación asumida por los concejales que demostraron interés en dar solución a un problema insostenible. Se planteó un plazo de diez días para aprobar la ley mejorada que debe pasar al ejecutivo para su promulgación y posterior elaboración de su reglamento.
La medida fue asumida ante la serie de reclamos por mala atención y especialmente por un permanente desvío de pacientes del hospital a clínicas particulares en claro atentado a la economía de los vecinos de escasos recursos económicos, que son quienes acuden en busca de atención en el hospital público.
Según expresiones de los dirigentes de distritos, del representante de la COR y del Comité Cívico Femenino, de nada sirve el equipamiento con que cuenta el hospital municipal, si los médicos envían a sus pacientes a las clínicas donde ellos mismos prestan servicios con el argumento de que los equipos tienen fallas o no funcionan.
Todos apuntan a que las falencias que presenta el nosocomio se debe a la existencia de dos mandos: por un lado la dirección impuesta por el Servicio Departamental de Salud y el Gobierno Municipal representado por la administración.
Los dirigentes manifestaron que, por un lado, los funcionarios dependientes del Sedes con salarios del TGN, no acatan ninguna disposición municipal para ofrecer una buena atención, mientras que los funcionarios de contrato municipal, tampoco responden a las normas que impone el SEDES. Esta situación ha superado toda autoridad y hay un descontrol total.
También existió acuerdo en que hay malos profesionales en ambos sectores y si tienen que irse por su conducta en contra de la salud de la población, tendrán que hacerlo caiga quien caiga.
Todos los concejales y los representantes de la sociedad organizada, de manera unánime expresaron estar de acuerdo en que el problema que vive el hospital debe tener una solución definitiva alejada de todo interés político partidario, porque se impone la necesidad de ofrecer una mejor atención a la ciudadanía que es la que sufre las consecuencias.